El arte, como lenguaje y herramienta universal que es, puede utilizarse para realizar diferentes tipos de denuncia social. Desde tratar de ayudar a los más desprotegidos, hasta tratar de cambiar las tendencias políticas.
Parece una empresa difícil, esta de intentar que la conciencia común se de cuenta de lo que ocurre en el mundo utilizando como herramienta el arte, pero el arte siempre ha estado presente, manifestando su inquietudes, cuando se han cometido injusticias, o se ha necesitado alertar a la conciencia común. Caso importante podemos ver en la propaganda ejercida a través del arte durante la Guerra Civil española, siguiendo modelos de la Revolución Rusa, como hicieron los valencianos Josep Renau y Manuel Monleón.
El valenciano Equipo Crónica también utilizo las plásticas del arte para denunciar algunos aspectos del franquismo, igual que el propio Joaquín Sorolla pintó algunas obras de denuncia social como "Y aún dicen que el pescado el caro" o "Triste herencia".
"Y aún dicen que el pescado es caro".
Las mujeres en el mercado se quejan por el precio del pescado, mientras
que en la pintura muestran a un pescador herido en un accidente mientras
faenaba.
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