La Historia del Arte de valencia.

Este blog está realizado para presentar desde un punto de vista informativo, sin prescindir del necesario rigor histórico, distintos aspectos de la Historia, la Cultura y la Historia del Arte Valenciano.

El territorio valenciano se sitúa en la zona del Levante de la Península Ibérica, siendo un lugar donde se han desarrollado importantes manifestaciones artísticas desde la Prehistoria. Por el territorio valenciano han pasado grandes civilizaciones. Las antiguas civilizaciones de la prehistoria, la cultura ibérica, las colonias griegas y púnicas que se instalaron en estos territorios . La colonización romana, seguida de la conquista visigoda y las colonias bizantinas que se establecieron en la mitad sur del territorio valenciano. El dominio islámico, al cual continuó la reconquista por parte de los reinos cristianos, conviviendo cristianos, musulmanes y judíos. La formación del Reino de Valencia dentro de la Corona de Aragón. Con los Reyes Católicos, el Reino de Valencia se anexionó al territorio español, donde permanece hasta la actualidad, diferenciándose por tener una historia, una cultura y una lengua propia, dentro de los distintos reinos que conforman el actual estado español.

Los artículos son presentados con gran sencillez ante los lectores con el objeto de que su lectura resulte interesante y amena, presentando una serie de enlaces y bibliografías donde se puede buscar y precisar una información más detallada de cada uno de los temas seleccionados.

Espero que lo disfrutéis.




Estudios Valencianos Histórico-Artísticos.
Contacto:
esthisartval@gmail.com

viernes, 17 de junio de 2011

Arte visigodo en Valencia.

  Durante la etapa visigoda, siglos V al VIII,  se consolidaron en España los poderes eclesiásticos y civiles. Los principales encargos artísticos fueron religiosos.
  El primer obispo documentado en Valencia fue en el siglo VI, conociéndose otros centros eclesiásticos como Elche, Játiva, Elda o Dénia. 
  En Valencia capital sólo algunas descripciones y fragmentos de placas de piedra atestiguan la existencia de una iglesia episcopal del S. VII, siendo conocida de periodo visigodo la capilla funeraria conocida como  "cripta de San Vicente". 

  
Cripta de San Vicente, esta pequeña estancia pertenecía
a la antigua sede catedralicia visigoda. 
Destaca la decoración de las cancelas.


Clave de bóveda visigoda.

Vista virtual de la sede catedralicia valenciana del siglo VI.

   El complejo monumental de Ribarroja del Turia, conocido como el Pla de Nadal, es uno de los más importantes yacimientos arqueológicos de la Comunidad Valenciana, donde encontramos una gran mezcla de elementos visigodos, y piezas de una clara influencia romana y bizantina, destacando capiteles, monedas y relieves.

(id: 774)
Yacimiento arqueológico, Pla de Nadal.
Ribarroja del Turia.

Restos arqueológicos del Pla de Nadal.

Restos arqueológicos del Pla de Nadal.
Museo de Prehistoria de Valencia.

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Museu de Prehistòria de València. 
El Pla de Nadal (Riba-roja de Túria) es una villa nobiliaria del siglo VII que conserva la nave rectangular con ventanas y contrafuertes en sus muros, dos vestíbulos y tres pórticos flanqueados por habitaciones. Entre sus más de ochocientos elementos arquitectónicos destacan arcos de herradura, capiteles, celosías y piezas decoradas que presentan relieves de roleos, vegetales, trifolios o flores de loto y veneras. 
La sala acoge una reconstrucción de una ventana geminada de arcos de herradura. Incluye un capitel visigodo de tradición bizantina y frisos decorados con trifolios, roleos y veneras.


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    También han sido encontrados algunos restos arqueológicos de época visigoda en los alrededores de la Albufereta de Alicante, conservadas en el Museo Arqueológico Provincial de Alicante.
    Las losetas pertenecieron, posiblemente, a un edificio religioso del siglo VII que se encontraría en el margen derecho de la Albufereta, constituyendo unas piezas muy importantes de la cultura visigoda alicantina.

Copias de las losas visigodas halladas en la Albufereta de Alicante.




Enlaces de interés;

http://es.wikipedia.org/wiki/Hispania_visigoda

http://www.jdiezarnal.com/valenciacriptadesanvicente.html

http://www.marqalicante.com/

lunes, 13 de junio de 2011

La pintura del Renacimiento en Valencia.

     El S. XVI no fue un periodo de grandes empresas constructivas en Valencia, de manera que el nuevo estilo renacentista va a vincularse solo ha iniciativas nobiliarias, pese al estrecho contacto sostenido por la Valencia del S. XV con el mundo italiano a través de Nápoles y la corte pontificia, las formas del nuevo estilo tardarán en cristianizar.
   Entre las familias valencianas establecidas en Italia se contaba con los Borgia, que favorecieron la exportación de obras valencianas a Italia, sobretodo de azulejería, a la vez que hicieron llegar a Valencia obras nobiliarias de aquella procedencia.
     Plenamente renacentista son los frescos de la bóveda del presbiterio de la Catedral de Valencia, obra de Francesco Pagano y San Leocadio. Encargadas en 1472 por el Cardenal  Valentino Rodrigo Borgia (futuro papa Alejandro VI), se representa a doce ángeles músicos, uno en cada una de las doce plementerías. Los doce ángeles músicos muestran una clara influencia oriental y clásica en los rostros de los mancebos, según anota el Libro de los Salmos; pintados de lapislázuli, oro, azules, rojos y bermellones.
    Paolo da San Leocadio ( Reggio Emilia,1447-h.1520). Era hijo de Pietro Lazzaro da San Leocadio, y tuvo tres hermanos mayores: Stefano, Nicolò y Luca. Su último documento en Reggio Emilia es de 1458, cuando el artista tenía 11 años. Probablemente poco después se trasladó a Ferrara, donde se formó con los maestros Bono da Ferrara y Ercole de'Roberti (Ercole Ferrarese). El artista italiano muestra claras influencias de Andrea Mantegna, Cosimo Tura y Francesco del Cossa.
    Viajó a España de la mano del que sería más tarde en Papa Alejandro VI. Sus más importantes trabajos se documentan en Valencia, a instancias del cardenal Rodrigo Borja, futuro Papa Alejandro VI, donde se constata su presencia desde 1472 hasta su fallecimiento. Se considera fue uno de los primeros pintores que trajo a la península Ibérica el Quattrocento.
    De sus obras destacan los frescos de la Catedral de Valencia, situados sobre el Altar Mayor, y descubiertos con ocasión de unas obras de restauración en 2004, detrás de una estructura barroca que los escondía. 
Archivo:Volta presbiteri abril.jpg
    La cúpula de los ángeles músicos de la Catedral Valentina fue realizada por San Leocadio y Francesco Pagano, obra que duró nueve años.
      El descubrimiento de las obras de la catedral de Valencia replantea la recepción del Renacimiento, que hasta la fecha se consideraba había hecho un tránsito entre Padua-Ferrara hasta Florencia, Milán y Roma, sin tener en cuenta el paso previo por Valencia. Del conjunto de pinturas que han sido conocidas desde el 22 de junio de 2004 en la catedral, parecen faltar sólo algunas que se dan por perdidas: una escena de los Apóstoles, La última cena y un Pantocrátor. 
   La atribución a Paolo de San Leocadio de las pinturas se basa también en los documentos de contratación que figuran en su expediente completo en el archivo catedralicio. El encargo de la obra por Rodrigo Borgia a Paolo da San Leocadio fue posible debido al incendio que se produjo en la catedral el 21 de mayo de 1469 y que destruyó por completo las pinturas de inicios del siglo XV y el retablo de plata, siendo necesario que se realizasen algunas reformas en la Catedral de Valencia.

Entre las distintas obras del pintor italiano que introdujo el Renacimiento en Italia, caben destacar;


La Virgen con el niño y San Juanito.
Museo de Bellas Artes de Valencia.

La Virgen y El caballero de Montesa.
Museo del Prado, Madrid.

     Sorprendente es también la temprana irrupción  en los comienzo del siglo XVI de las figuras de los Hernandos que se establecieron en Valencia en 1506 van a representar la absoluta puesta al día de la pintura valenciana con los sectores más avanzados de lo italiano contemporáneo. La lección de Leonardo, la intuición de lo Giorgionesco y el sereno y severo rafaelismo entran en tierras de España por la puerta de Valencia y dejan en su suelo alguno de sus mejores frutos.
    En los primeros años de siglo aparecen en Valencia compartiendo trabajo y domicilio de pintores de igual nombre y procedentes de Italia donde habían completado su formación, pero originarios de Castilla la Mancha. Hernando de los Llanos por un lado y Hernando Yañez de la Almedina, ambos en su obra y estilo de fuerte dependencia leonardesca.

Retablo del Altar Mayor, Catedral de Valencia.
Hernando de los Llanos y Hernando Yañez de la Almedina, 
Los Hernando.

    Durante el primer tercio del S. XVI, Vicente Maçip (Valencia, 1475-1550) fue uno de los pintores más activos en Valencia a juzgar por el considerable número de obras suyas que nos han llegado.  En su labor aglutinó las corrientes cuatrocentistas, flamencas e italianas que habían fraguado en la ciudad desde el siglo anterior, ya que de su conocimiento de Paolo de San Leocadio y otros como los Osona y los Hernando, deriva la base de su estilo.
Cristo varón de dolores.
Vicente Maçip.

    Joan Maçip, nacido hacia 1507 y muerto en Bocairent en 1579, fue comúnmente conocido como Joan de Joanes. Fue el segundo miembro generacional de esta saga. Sin necesidad de ir a Italia, Joanes realizó tras sus primeros pasos en el taller de su padre un profundo análisis de las pinturas traídas a Valencia por el Embajador Vich, de Sebastiano del Biombo, asimilando su lenguaje clásico con sus vigorosos modelos.
Archivo:Juan de Juanes 003.jpg
La Santa Cena.
Juan de Juanes.



Las bodas místicas del venerable Agnesio.
Juan de Juanes.

    Nicolás Borrás (Concentaina 1530, Gandía 1610). Fue fraile jerónimo y se sabe por declaración propia que fue discípulo de Juanes con quien debió aprender a pintar a mediados del siglo XVI. Fue ordenado clérigo y acabó ingresando en la orden jerónima a raíz de haber acudido a pintar al monasterio de Cotalba y descubrir allí su atracción por la vida monacal.
La Sagrada Familia.
Nicolás Borrás.

     Joan Sariñena vivió entre 1545-1619. En el panorama valenciano del último tercio del siglo XVI, la figura de este autor juega un papel decisivo en la evolución de la pintura y la orientación de un nuevo gusto, ya que su obra supuso la ruptura con la tradición de Juanes preparando las bases del naturalismo del siglo XVII.
Archivo:Sarinyena, Verge de l'Esperança amb àngels músics, Ca 1610.jpg
Virgen de la esperanza con ángeles músicos.
Joan Sariñena.








Bibliografía.

COMPANY, Ximo, Paolo da San Leocadio i els inicis de la pintura del Renaixement a Espanya, Gandia: CEIC Alfons el Vell, 2006.


AGUILERA CERNI, Vicente (coor.), Historia del Arte Valenciano, 5 Vols., Valencia, Biblioteca Valenciana. 1987.


GRACIA, C. (1998), Arte valenciano. Madrid ,Cátedra.





   


La iglesia de Los Santos Juanes de Valencia.





La iglesia de los Santos Juanes de Valencia, conocida también como la iglesia de San Juan del Mercado, era un templo Gótico que sufrió una remodelación barroca entre los años 1693 y 1702. La iglesia presenta un carácter unitario marcadamente barroco.
         La remodelación se inició por el conjunto interior, entre 1693 y 1701, efectuándose la transformación exterior entre 1700 y1702. Las obras del interior son obra del arquitecto Vicente García, el cual encapsuló dentro del templo gótico, una estructura barroca. Los hermanos Guilló pintaron varios de los lunetos y parte de la bóveda, siendo completado por Palomino.
         En 1963 se iniciaron las reformas de las capillas y los frentes laterales del templo. En la decoración interior destacan las arcadas y las pilastras, concebidas para ampliar la superficie destinada a acoger repertorios pictóricos enmarcados por cartelas elípticas y flanqueadas por estatuas alegóricas, realizadas de forma exenta y colocadas sobre ménsulas. Esta compilación pictórica y escultórica, se adorna con un repertorio preciosista de doseles, guirnaldas de flores, ramas de palmeras, conchas marinas y repisas de blanquecina coloración, realizada en yeso. Esta ornamentación estucada, le proporciona una gran nobleza al templo.
         En el exterior del templo, remodelado entre 1700-1702, se desplegó un amplio programa compositivo y decorativo. Las obras de cantería de la fachada principal y la fachada de la calle del Peso de la Paja fue realizada por Domingo Labiesca, quien subcontrató a José Miner y Andrés Amilleta para la realización de las dos fachadas de la plaza del Mercado, y a José Bonet para la fachada de la plaza de la Comunión. El campanil y las covachuelas de la fachada de la plaza del Mercado fueron realizadas por Bernat Pons.
            Las portadas de la cabecera y la portada de la Capilla de la Comunión presentan un tono arcaizante para la época. Las portadas gemelas de la Plaza del Mercado está formado por dos cuerpos rematados con un frontón triangular que se apoya sobre dos pilastras de orden gigante. A los lados de este orden gigante se disponen las pilastras que sustentan el entablamento del primer cuerpo. La fachada de la Capilla de la Comunión se forma por un vano adintelado con pilastras a los lados y coronado por un frontón segmentado.
         La portada de los pies de la iglesia, la portada lateral de la calle del Peso de la Paja y la torre del reloj, presentan una concepción plástica distinta. La portada de los pies de la iglesia se articula mediante un solo cuerpo con potentes columnas exentas que sujetan el círculo del rosetón que fue cegado durante la reforma. La portada lateral de la calle del Peso de la Paja presenta un solo cuerpo con ático. Las columnas jónicas se disponen de forma oblicua al muro y sustentan un entablamento que se curva hacia arriba para albergar la decoración escultórica. El campanil presenta una planta triangular, disponiendo las columnas sesgadas.
         La remodelación se completó con los cambios del mobiliario interior del templo. Se sustituyeron todos los retablos de las capillas laterales y el púlpito de mármoles.
         Un elemento destacado es la imagen en relieve de la Virgen del Rosario, sobre una peana de nerviosa talla, que se encuentra en la fachada de la Plaza del Mercado. Esta obra de gran calidad fue realizada por Bertessi.
            La iglesia de los Santos Juanes es un claro exponente de la confluencia artística que se vivió en Valencia a finales del siglo XVII. En ella se constituyen experiencias de diversa índole, marcadamente barrocas. En la remodelación concurren dos modalidades de entender lo barroco; por una parte, el acercamiento de la cultura arquitectónica vernácula, y por otra los presupuestos barrocos que miraban al clasicismo italiano.  


            Bibliografía.

-          ORTEGA ANDRADE, A., Historia de la construcción. Universidad de las Palmas de Gran Canaria, 1993-94.   pp. 62-66.

-          MEYER, F.S., Manual de ornamentación. Ediciones Gili, Barcelona, 1994.   pp. 42-82, 246-274, 270-274, 290-298,  623-631.

-          BERCHEZ, JOAQUÍN., Arquitectura valenciana barroca. Obra social y cultural Bancaixa, Valencia,1993.  pp. 68-78.

-          GOMEZ-FERRER, M.,Vocabulario de arquitectura valenciana. Ajuntament de Valencia, 2002.

-          GONZÁLEZ TORNEL, P., Arte y arquitectura en la Valencia de 1700. Diputació de Valencia,2005.  pp. 150-167. 

viernes, 3 de junio de 2011

El Palleter.


   El Palleter, escultura de Emilio Calandín, hacia 1901.

  Emilio Calandín Calandín (Valencia 1870- Barcelona 1919). Estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Real Academia de San Carlos de Valencia. En 1896 opositó para la pensión de Escultura de la Diputación Provincial de Valencia, con cuya pensión viajó a Roma. 
  Tras el pensionado, Emilio Calandín se estableció en Barcelona, donde fue nombrado Profesor de Escultura el la Escuela de Artes y Oficios de la Ciudad Condal.

  El Palleter representa a Vicente Domenech, personaje valenciano que se alzó su grito contra los franceses invasores de Napoleón, durante la Guerra de Independencia. La escultura, de dos metros de altura, expresa el carácter entusiasta y energético de la figura, acentuado por el dinamismo y el dramatismo que se muestra en la composición.
  La pieza fue premiada con la segunda medalla en la exposición Internacional de Madrid de 1901. El original se conserva en el Museo de Bellas Artes de Valencia, encontrándose una réplica fundida en bronce junto a las Torres de Quart de Valencia.

El Palleter. Joaquín Sorolla.