El ambiente cultural y
artístico de los años 30 se caracterizó por la ebullición permanente
de
nuevas ideas y propuestas. En estos momentos, los artistas
valencianos más innovadores impulsaron
centros culturales
como La Sala Blava y Acció d´Art, además de aparecer revistas como
Nova Cultura,
Orto, Cuadernos de Cultura y organismos como la Unión de Escritores y Artistas Proletarios,
Acció
d´Art y la
Alianza de Intelectuales por la defensa de la
Cultura, donde encontramos artistas
entre
los que destacan Josep Renau, Francisco Carreño o Rafael Pérez Contel,
entre otros, que
planteaban una plástica políticamente comprometida y
que manifestara la situación sociocultural del
momento.
El Círculo de
Bellas Artes de Valencia era un espacio de defensa del arte tradicional que dominaba
en
las salas de exposiciones, siguiendo los principios
estéticos conservadores de la tradición sorollista
representados por
artistas como José Benlliure, José Pinazo Martínez o Manuel González
Martí.
Durante la década de 1930, con la
proclamación de la
II República española (1931-1939),
se
incrementó la actividad artística en España. Aparecieron grupos de
artistas con ideas
renovadoras y liberales. Estos artistas vanguardistas
utilizaban su trabajo como instrumento
de lucha y acción política,
participando en diferentes frentes, unas veces en exposiciones de
pintura y otras con la realización de carteles de propaganda
política.
Los artistas progresistas valencianos se
agruparon y formaron distintas organizaciones como
Acció d´Art y la Unión de Escritores y
Artistas Proletarios y se
crearon distintos Talleres
de Artes Plásticas. Estos grupos de se reunían
en círculos de intelectuales y solían
realizar exposiciones colectivas y
tertulias, como las realizadas en la
Sala Blava,
el Ateneo Mercantil y el café situado en la esquina de la calle de la
Paz con
el Parterre de Valencia.
Entre los artistas que se reunían en estos
círculos intelectuales y artísticos se encontraban
Josep Renau, Manuela
Ballester, Juan Renau, María Labrandero, Rafael Pérez Contel,
Francisco
Badia, Vicente Beltrán, Francisco Caro, Rafael Estellés Bartual,
Ricardo Boix,
José Sabina Parra, Enrique Cuñat Garibó, Tonico
Ballester y Francisco Carreño, entre otros.
La Sala Blava. Local de Valencia donde los artistas
y los intelectuales de los años 30 se reunían
en
tertulias y realizaban exposiciones.
En 1929 se creó en Valencia la
Sala Blava como un espacio para gestar la discusión y el
conocimiento de los nuevos movimientos artísticos y como lugar de reunión
de los artistas
que pretendían romper con la pintura tradicional impuesta desde la Academia.
La
primera exposición fue en 1930, donde se expusieron pinturas de José
Gutiérrez Solana
que enfrontaban con el arte oficial. Posteriormente se
realizaron exposiciones en las que
participaron Josep Renau, Genaro Lahuerta y Pedro de Valencia. Esta sala también sirvió
para realizar
conferencias y reuniones en las que participaron personajes como, Max Aub,
Juan Gil Albert, Almela y Vives y Alejandro Gaos. Todos estos intelectuales
y artistas
proponían una renovación de los lenguajes artísticos.
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