Hay noticias que pueden alarmarnos hasta el punto de que nuestra cara se nos quede en una mueca parecida a la figura de la obra "El Grito" de Edvard Munch. Una cara parecida se me queda cada vez que escucho los recortes que se pretenden realizar en materia de Humanidades, dando prioridad a las ciencias y las tecnologías.
¿ Se imaginan si consiguieran convertirnos en una sociedad de tecnócratas o algo parecido, de modo que pudieran controlar nuestros impulsos y pensamientos?, Desde un ordenador, o algo similar, podrían controlar nuestras vidas. Desde pequeños nos enseñarían los valores y normas de comportamiento que les interesara a los grupos dominantes. Seríamos herramientas de trabajo disciplinadas, con el único fin de servirles.
Por suerte seguimos teniendo en nuestra cabecita un pequeño cerebro capaz de pensar por sí mismo. De crear sus propias ideas, pudiendo valorar cuando son buenas o no. Este cerebro aumenta en su capacidad analítica y crítica cuando más formación e información recibe, ya sea a través de los estudios o de modo autodidacta. Este cerebro es el órgano que nos ayuda a mantener vivas nuestras ilusiones y nuestras esperanzas. Ilusiones y esperanzas que solamente pueden conseguirse en un estado de libertad, dentro de una sociedad abierta.
Para no convertirnos en una sociedad instrumentalizada, donde solamente seamos herramientas de trabajo para otros, no podemos permitir que se realicen recortes en los estudios y las investigaciones en las Humanidades, puesto que estos recortes pueden suponer para la sociedad la pérdida de los beneficios que estas disciplinas nos aportan.
La Historia, la Literatura, la Filosofía, la Historia del Arte, etc., nos proporcionan las herramientas necesarias para propiciar una sociedad crítica, abierta y fuerte. Estas características nos convierten en una sociedad difícil de engañar y de reprimir.
Las Humanidades fortalecen la sociedad civil y los hábitos de libertad, proporcionándonos la formulación de argumentos razonados, escrituras convincentes y, debidamente meditadas y razonadas.
No volvamos a aquellos momentos en los cuales un pequeño grupo de personas dominaba y mandaba sobre todos los demás, aprovechándose de la ignorancia de los más desvalidos. No permitamos que solamente los más poderosos puedan aprender y formarse. No volvamos a cometer los mismos errores que nuestros antepasados, dejando que una minoría nos domine.
Como tantas veces se ha dicho; "Un país que no conoce su historia, vuelve a cometer los mismos errores". Nosotros conocemos nuestra historia, no dejemos que se repita.
Saturno devorando su hijo. Goya.
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