Jávea / Xàbia (Alicante) era una villa que antiguamente estaba rodeada por una muralla y en su término municipal podíamos encontrar diversas cruces de término, hallándose en la actualidad hasta diecisiete cruceros. Se trata construcciones que pueden alcanzar entre dos y tres metros de altura y consisten en sencillas
cruces talladas en piedra que se elevan sobre un fuste y unas gradas,
realizadas generalmente con piedra de tosca (roca arenisca calcárea de color
dorado cuyos yacimientos se encuentran en Jávea y son utilizados desde la época
romana) que señalan antiguos caminos y vías milenarias.
Algunas
de estas cruces se encuentran junto a las ermitas construidas en los tiempos de
la conquista cristiana, destacando la cruz de la ermita de Santa Lucía, la cruz
de la ermita del Pópul, la cruz de la ermita del Calvario y la cruz de la
ermita de San Juan.
El
resto de las cruces demarcan diferentes espacios y cruces de caminos; la cruz
del camino de Santa Lucia, a los pies de la colina del mismo nombre; la cruz
del Colomer en la inter-sección del camino de Jesús Pobre y el camino viejo de
Gata; la cruz de Armella en el cruce de los caminos de Poble Nou de Benitatxel,
el camino viejo de Teulada y el camino de Lluca; la cruz del Camino Viejo de la
Mar en el camino del puerto; la cruz del Portal de la Mar y la cruz del Portal
del Clot en el lugar donde se abrían estos portales de la antigua muralla; la
cruz de la Plana y la cruz de Avenc de la Plana en las planicies del Parque
Natural del Montgó; la cruz del Arenal delimita la propia playa del Arenal; la
cruz del Portitxol cerca de la cala y el islote del mismo nombre; y la
desaparecida cruz del monasterio que se encontraba frente al Monasterio de
Nuestra Señora de los Ángeles.
Además
de estas antiguas cruces, en el casco antiguo de Jávea se encuentra una cruz
cubierta completamente construida con piedra tosca que fue erigida hacia
mediados del siglo XX.
La
pérdida de documentación en los archivos parroquiales y municipales dificulta
la datación de estas cruces, aunque se sabe que todas ellas fueron destruidas
durante la contienda bélica de 1936, a excepción de la cruz de San Juan. Del
mismo modo, muchas de estas cruces se encuentran desplazadas de su lugar
original, debido en gran parte a la expansión urbanística y al ensanchamiento
de las calles y caminos.