Tirant lo Blanc es una novela donde se combina la historia y la ficción. La obra fue manuscrita en valenciano por el novelista valenciano Joanot Martorell (c.1410-1465) entre 1460 y 1464, siendo llevada a la imprenta en el año 1490.
Tirant lo Blanc pertenece a la literatura profana, siendo el protagonista de la obra un caballero medieval de gran valentía, poderosas fuerzas y experto en las batallas militares, además de un enamorado, en ocasiones sentimental y en otros casos sensual. La acción de la novela se inicia en 1450, desarrollándose un itinerario por diversas cortes europeas, donde se destacan los capítulos dedicados a Inglaterra, Rodas, Sicilia, el llamado Imperio Griego que hace referencia a la corte de Constantinopla, Berbería y la ciudad de Constantinopla.
Asedio de Constantinopla.
Tirant, el protagonista de la novela, es un noble bretón con un gran orgullo militar que muestra grandes ambiciones políticas. Es un personaje con profundos sentimientos religiosos que hacen de él un modelo de caballero cristiano del siglo XV. La novela desprende un gran espíritu de cruzada. Sus conquistas van acompañadas de acciones misioneras, donde convierte al Cristianismo a los moros vencidos, mostrándoles la verdad de la religión cristiana en su misión catequística.
La parte de la novela en la que vamos a incidir en este trabajo son las acciones que se desarrollan en torno a la corte de Constantinopla. La acción se localiza en los momentos que el Imperio Bizantino, llamado en la novela Imperio Griego, se encuentra asediado por el Imperio Otomano, designado por Joanot Martorell como el Imperio del Sultán y el Gran Turco. El Imperio Bizantino había quedado prácticamente reducido a la ciudad de Constantinopla. El emperador acude a Tirant para que se ponga a su servicio, ayudándole a defenderse de los moros y recuperar su imperio. La ciudad de Constantinopla fue conquistada por los turcos en 1453 quedando bajo el gobierno del califa otomano Mehmet II, al tiempo que Constantino XII moría luchando. A pesar de estos hechos históricos, el novelista concluye su historia con una Constantinopla cristiana y regida por un emperador griego, lo que supone una gran ficción histórica por parte de su autor que conocía estos sucesos.
La novela describe con bastante exactitud las costumbres y el trato de las cortes que visita su personaje. A través de la obra podemos vislumbrar estas cortesías y tratamientos, además de las modas en las vestimentas, las costumbres cortesanas, los torneos, la comida, y la moneda y la economía. También caben destacar las descripciones de los edificios, que en el caso de Constantinopla se refiere especial atención al Palacio Imperial, actualmente desaparecido, y a la basílica de Santa Sofía.
Joanot Martorell supo captar el ambiente y el temperamento de sus contemporáneos. Los conflictos caballerescos que conoce por experiencias propias y por influencias literarias como el “Llibre de l´orde de cavallería” de Ramón Llull, el “Lancelot” en prosa del siglo XIII, además de la extensa correspondencia que mantenía con nobles de distintos reinos españoles y europeos.
El ambiente cortesano era conocido por Martorell, varias de las cortes fueron visitadas por el novelista. Se aprecia el conocimiento de Joanot Martorell del comportamiento y las costumbres cortesanas de los reinos europeos y de la etiqueta imperial bizantina. Se sabe que Martorell estuvo en Inglaterra, visitando la corte de Londres, y por el contrario se duda que visitara la corte de Constantinopla, aunque estaba informado constantemente de su situación y conocía su ambiente cortesano por personajes conocidos del autor que la habían visitado. El reino de Valencia conocía bien las tierras de Oriente próximo y de Constantinopla, con las cuales mantenía estrechas relaciones políticas y mercantiles.
Resulta interesante el sentimiento de religiosidad y el fervor cristiano, donde Martorell menciona las jerarquías eclesiásticas y las ceremonias religiosas, las cuales coinciden con las ceremonias de la Iglesia de Occidente. En este caso, el novelista no hace referencias a las pugnas entre la Iglesia romana y la Iglesia griega que existían en la época, insistiendo en la tarea evangelizadora y en el espíritu de las batallas y las cruzadas contra musulmanes y judíos. En este sentido, el artista desea transmitir el sueño de Occidente por recuperar Constantinopla y su imperio para la Cristiandad. Varios reinos cristianos prepararon una gran expedición liberadora de Constantinopla, ideales que fomentaron mediante bulas los propios Papas de la época; Nicolás V en 1453, Calixto III en 1455 y Pío II en 1466, y que no obtuvieron ningún éxito, excepto en la ficción de la novela de Martorell que presenta a sus contemporáneos el sueño de devolver a la Cristiandad la ciudad más grande del mundo.
suscrivete a Pablosky_NEPE
ResponderEliminarhola hola hola
ResponderEliminarola xd
EliminarHola boludo
ResponderEliminar